14/04/2023 - Opina Guillermo Folguera, biólogo y filósofo. Investigador del Conicet, y profesor universitario

Argentina envenenada por el extractivismo

El extractivismo en Argentina es un modelo de crecimiento económico que fomenta la extracción, por empresas mayoritariamente extranjeras sin compromiso con el país, de materias primas que se exportan sin control, con nula o escasa elaboración.

Argentina envenenada por el extractivismo

El extractivismo es un modelo de crecimiento económico basado en la primarización de las exportaciones, o la venta al exterior de recursos naturales poco transformados, como la minería, la agricultura o el petróleo.
Entrevista a Guillermo Folguera : El curriculum sintético de Guillermo apunta que es biólogo y filósofo. Investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y profesor universitario, integrante del Grupo de Filosofía de la Biología, pero sobre todo es un decidido militante del antiextractivismo. Ha denunciado todas las atrocidades que cometen a diario las multinacionales y los Gobiernos contra la salud de la tierra y, por ende, la de quienes la habitamos.

Carlos Aznares : Periodista argentino en medios de prensa escrita y digital, radio y TV. Escritor de varios libros de temas de política internacional. Director del periódico Resumen Latinoamericano. Coordinador de Cátedras Bolivarianas, ámbito de reflexión y debate sobre América Latina y el Tercer Mundo.

- En Argentina hay una acumulación de maldades, de perversidades en ese sentido: megaminería, desmonte, desforestación (todo esto arrasando tierras ancestrales de los pueblos originarios), trigo transgénico… ¿por dónde empezamos a dilucidar por qué llegamos a este momento?
- Da lo mismo si es oro, plata, litio, carne de cerdo, trigo, soja, gas, petróleo, da exactamente lo mismo. Lo que les importa es la circulación del capital y cuando hablamos en particular en los últimos 25, 30 años, entrás en la forma contemporánea que tiene. Y esta forma es realmente impactante. Acá nos la quieren presentar como que “Argentina produce litio”. No es así, Argentina no produce litio. Van, sacan el litio, te secan el territorio y te lo mandan a algún lugar del mundo, donde lo más importante ahí ni siquiera es que el litio está dando vueltas.

Y así como te hablo del litio, te puedo hablar del trigo HB4, que fue tan festejado, que ya está en nuestros panes. Que lo tiene Bioceres (empresa de biotecnología agrícola), aprovechándose de dos instituciones estatales prestigiosas como la UNL (Universidad Nacional del Litoral) y Conicet, y que también está en bolsa Bioceres.

Ya se está escuchando que una cosa es el litio y otra cosa es el trigo. Lo que estoy planteando es que no es otra cosa, es exactamente lo mismo. Hoy Argentina, sin ningún tipo de mediación estatal, es terreno fértil de que las multinacionales y empresas con DNI de Argentina como Bioceres estén generando una enorme capacidad de que circule el capital. Es un capitalismo muy particular porque no es un capitalismo productivo.

Donde vos antes tenías una planta de soja de determinada altura, hoy tenés la mitad. Donde vos antes veías lombrices en el suelo ahora no están. Donde vos antes ibas por la ruta y se te pegaban los bichos en el vidrio, ahora no están. Donde vos antes tenías poblaciones con cierta sanidad, ahora nos encontramos con poblaciones con cáncer que ni siquiera el Estado analiza la prevalencia hoy que tiene el cáncer.

- En plan didáctico, ¿por que no nos contás qué males produce el trigo transgénico?
- Primero, hay que empezar por algo muy doloroso. Al trigo transgénico no se le animó ni siquiera Monsanto. Y acá su introducción se festejó como si fuera un gol, o un mundial, simplemente porque hay instituciones con DNI de Argentina. Aclaro: de las cuales una de las tres es donde yo trabajo, que es el Conicet. El trigo transgénico tiene al menos cinco problemas asociados. Arranco con dos: es un trigo de tecnología HB4 que tiene que ver con que el trigo, en condiciones de estrés hídrico, como el que estamos pasando ahora, aparentemente tiene buena capacidad de crecimiento. Eso en términos ambientales, ¿sabés qué significa? Que vos estas tratando a un suelo estresado, a una tierra estresada, como si no lo estuviera.

Cuando hablás con ingenieros e ingenieras agrónomas de Catamarca, te dicen que “en dos o tres cultivos se nos impermeabilizaron los suelos” y se armó el “efecto tobogán”. Esto es que el suelo se vuelve impermeable, cuando llueve ya tiene poca capacidad de absorción, el agua se pierde y encima se lava la materia orgánica.

Segundo, tiene un paquete tecnológico con el glufosinato de amonio. Es un herbicida bastante más toxico que el glifosato que ya se está usando en Argentina y se vende, pero ahora se va a usar más en los territorios y va a llegar a los platos de comida. Eso nos acerca al tercer punto. El trigo, a diferencia de otros cultivos, se come mucho en nuestro país. Es más, se come mucho en los sectores de menos recursos. Entonces, lo que vos estás promoviendo ahí es una tecnología que promueve un envenenamiento que va a ir, en mayor grado, a los sectores humildes. Cuarto punto para señalar: como todo transgénico, encarece, porque por un lado tiene patente, y por otro el suelo rápidamente necesita aumentar la cantidad de químicos.

Eso hace que cueste cultivar la hectárea. Que el suelo se encarezca quiere decir que el pequeño agricultor desaparece. Porque ese costo lo paga mucho mejor el grande que el pequeño, y el pequeño termina perdiéndose. Así, brutalmente, ocurre lo que se dio en este país en los últimos 20 años con los transgénicos. Que es la concentración en la propiedad y el uso de la tierra.

El reportaje completo, en este Link :

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