01/09/2024 - PARA IDENTIFICARLOS MEJOR
Como en Estados Unidos: Santa Fe le pondrá traje naranja a los presos peligrosos
En Santa Fe, los presos de alto perfil usarán uniforme naranja a partir de septiembre. La medida se encuentra disponible en la Ley de Ejecución Penal.
Santa Fe. En la provincia de Santa Fe, los presos de alto perfil (más peligrosos) usarán uniforme naranja a partir del lunes 2 de septiembre. Estos reclusos son más de sesenta y se encuentran distribuidos en las cárceles provinciales. La medida se encuentra disponible en la Ley de Ejecución Penal que Maximiliano Pullaro sancionó en enero de 2024.
Según funcionarios del Ministerio de Seguridad y Justicia provincial, los presos de alto perfil comenzarán a vestir un mono naranja para poderlos identificarlos, controlarlos y visibilizarlos mejor adentro de la cárcel. La Legislatura de Santa Fe aprobó la ley que en el artículo 24 establece un código de vestimenta que en algunos casos consta del uso de una ropa determinada.
“La reglamentación determinará en qué casos será obligatorio el uso de uniformes, pudiendo asignarse uniformes diferenciados según la situación legal, el nivel de seguridad, la zona de circulación asignada o las tareas que el interno desempeñe”, especifica el mencionado artículo de la ley, que denomina a los presos de alto perfil y peligrosidad como de Nivel 1.
Actualmente, en Santa Fe los presos de alto perfil, entre los que se encuentran Ariel Guille Cantero y Esteban Alvarado, ya están aislados en un pabellón específico, con serias restricciones que les imposibilitan tener visitas y contacto con otros reclusos. A partir de la nueva vestimenta, los presos tampoco podrán recibir visitas que usen ropa naranja “a fin de evitar situaciones de conflicto que puedan generar riesgos al establecimiento”.
En enero pasado, el ministro de Justicia y Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, sostuvo: “La ley de ejecución de la pena, que fue acompañada de manera masiva en la Legislatura, permite que los presos dentro de poco puedan utilizar uniformes de color diferenciado según al sector al que pertenecen. Si trabaja o no, si es de alta, media o baja peligrosidad, según el tipo de delito. Esto para permitir una mejor visualización y control de lo que ocurre”, destacó.
El hecho de que Santa Fe tenga en las cárceles provinciales aproximadamente 11 mil presos dificulta que el uniforme naranja se extienda al resto de los internos. Desde el Ministerio de Seguridad señalaron que “es probable que parte de los uniformes se hagan en las sastrerías carcelarias, pero para llegar a los 11 mil hay que garantizar los uniformes con sus mudas, y de momento eso es mucha plata". Roberto Pettinato, (padre del conductor), director general de Institutos Penales de la Nación Argentina entre 1947 y 1953, eliminó en 1947 el traje a rayas por considerarlo estigmatizante. Igualmente, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad santafesino aclararon que “los uniformes, según lo vigente, no deben
humillar al interno y con este sentido ya se informó a Defensoría y a los colegios de Magistrados las disposiciones de la ley“. En la provincia de Santa Fe los presos de alto perfil son los que estén relacionados con: el narcotráfico, los atentados contra los poderes públicos, antecedentes de evasión, atentado o resistencia a la autoridad policial o penitenciaria, participación en motín o tumulto o, incluso, “disponibilidad de recursos humanos, económicos, financieros, materiales, logísticos o de cualquier otro tipo, que hicieran presumir cualquiera de las circunstancias antes mencionadas”.
Según funcionarios del Ministerio de Seguridad y Justicia provincial, los presos de alto perfil comenzarán a vestir un mono naranja para poderlos identificarlos, controlarlos y visibilizarlos mejor adentro de la cárcel. La Legislatura de Santa Fe aprobó la ley que en el artículo 24 establece un código de vestimenta que en algunos casos consta del uso de una ropa determinada.
“La reglamentación determinará en qué casos será obligatorio el uso de uniformes, pudiendo asignarse uniformes diferenciados según la situación legal, el nivel de seguridad, la zona de circulación asignada o las tareas que el interno desempeñe”, especifica el mencionado artículo de la ley, que denomina a los presos de alto perfil y peligrosidad como de Nivel 1.
Actualmente, en Santa Fe los presos de alto perfil, entre los que se encuentran Ariel Guille Cantero y Esteban Alvarado, ya están aislados en un pabellón específico, con serias restricciones que les imposibilitan tener visitas y contacto con otros reclusos. A partir de la nueva vestimenta, los presos tampoco podrán recibir visitas que usen ropa naranja “a fin de evitar situaciones de conflicto que puedan generar riesgos al establecimiento”.
En enero pasado, el ministro de Justicia y Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, sostuvo: “La ley de ejecución de la pena, que fue acompañada de manera masiva en la Legislatura, permite que los presos dentro de poco puedan utilizar uniformes de color diferenciado según al sector al que pertenecen. Si trabaja o no, si es de alta, media o baja peligrosidad, según el tipo de delito. Esto para permitir una mejor visualización y control de lo que ocurre”, destacó.
El hecho de que Santa Fe tenga en las cárceles provinciales aproximadamente 11 mil presos dificulta que el uniforme naranja se extienda al resto de los internos. Desde el Ministerio de Seguridad señalaron que “es probable que parte de los uniformes se hagan en las sastrerías carcelarias, pero para llegar a los 11 mil hay que garantizar los uniformes con sus mudas, y de momento eso es mucha plata". Roberto Pettinato, (padre del conductor), director general de Institutos Penales de la Nación Argentina entre 1947 y 1953, eliminó en 1947 el traje a rayas por considerarlo estigmatizante. Igualmente, desde el Ministerio de Justicia y Seguridad santafesino aclararon que “los uniformes, según lo vigente, no deben
humillar al interno y con este sentido ya se informó a Defensoría y a los colegios de Magistrados las disposiciones de la ley“. En la provincia de Santa Fe los presos de alto perfil son los que estén relacionados con: el narcotráfico, los atentados contra los poderes públicos, antecedentes de evasión, atentado o resistencia a la autoridad policial o penitenciaria, participación en motín o tumulto o, incluso, “disponibilidad de recursos humanos, económicos, financieros, materiales, logísticos o de cualquier otro tipo, que hicieran presumir cualquiera de las circunstancias antes mencionadas”.