07/06/2025 - Día del Periodista :
Poco para celebrar, mucho para contar
Hoy "miles de redactoras y redactores, cronistas, fotógrafos, camarógrafos, corresponsales, movileros e integrantes de equipos de producción recibirán hoy, el saludo de colegas, familiares y amistades por el Día del Periodista. Pero la realidad nos indica que la precarización laboral y la “polifuncionalidad” como excusa profesional para una extendida explotación en el sector, junto a la inestabilidad y el futuro incierto, enmarcan las condiciones actuales de miles de personas dedicadas a registrar todo lo que ocurre y contarlo públicamente". Por : Mario Dos Santos (Periodista).-

Día del Periodista
Poco para celebrar, mucho para contar
Por: Mario Dos Santos (Periodista)
Cada 7 de junio se conmemora en Argentina la labor de los periodistas. Dicha fecha quedó establecida en 1938 durante el Primer Congreso de Periodistas que, reunido en Córdoba, la institucionalizó como el Día del Periodista en la Argentina, tomando como origen e inspiración fundante a la primera publicación -el jueves 7 de junio de 1810- de “La Gazeta de Buenos Aires”, primer periódico del nacimiento del país y órgano de difusión de las ideas de la Primera Junta de Gobierno, fundado por Mariano Moreno en plena época de la Revolución de Mayo. En este mismo encuentro, se comenzaron a delinear los primeros borradores de lo que más tarde sería el Estatuto Profesional (Ley 12.908), sancionado por el Congreso Nacional en 1944, marcando un avance significativo en el reconocimiento y la protección de los derechos de los profesionales de la prensa.
La “Gazeta” fue el órgano periodístico oficial, creado para difundir las disposiciones de la nueva Junta de Gobierno. En aquella primera edición, Moreno recitaba: “¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?… Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal”.
Con el tiempo, la Asamblea del año 1813 aseguró la libertad de imprenta y, en 1821 el entonces ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de la provincia de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia, decidió sustituir “La Gazeta de Buenos Ayres” por el Registro Oficial (actual Boletín Oficial). Más adelante, la Constitución Nacional de 1853 garantizó, en su Art. 14, el derecho de publicar ideas por la prensa sin censura previa. No obstante, el rango y la vigencia de estos derechos y garantías constitucionales vale resaltar que las censuras o el cierre de medios de comunicación por sucesivos gobiernos se repitieron sin cesar a lo largo de nuestra propia historia.
En tal sentido es inevitable mencionar -215 después- un muy reciente y alarmante informe que, bajo el título “Libertad de expresión en jaque”, difundió FOPEA (Foro de Periodismo Argentino) organización de la sociedad civil dedicada a la reflexión, el diálogo, la promoción del periodismo de calidad y la defensa de la libertad de expresión. En el citado documento, “el monitoreo de FOPEA revela una alarmante proyección de 100 casos de ataques contra periodistas en lo que va del 2025, de los cuales 49 son directamente atribuidos al Presidente de la Nación. Durante 2024 se registraron 179 casos, de los cuales el poder político fue el responsable del 52% de los ataques.
La situación se vuelve aún más preocupante si se tiene en cuenta que la Ley de acceso a la información pública, derecho de la ciudadanía y bien de las democracias transparentes y fortalecidas, también sufrió limitaciones a partir del decreto publicado por el Ejecutivo en septiembre de 2024. Adicionalmente, se han registrado episodios de violencia directa de agentes de seguridad contra periodistas en protestas frente al Congreso, con heridos y detenciones.
Peor aún, la criminalización de la labor periodística se empieza a manifestar en querellas penales iniciadas por el Presidente contra periodistas, una práctica que busca silenciar las voces críticas y generar autocensura. Incluso, se prevén programas de inteligencia que podrían permitir el seguimiento de profesionales de la prensa, prácticas asociadas al espionaje.”
Es importante señalar que, a diferencia de Argentina, a nivel internacional el Día del Periodista se celebra el 8 de septiembre. Esta fecha fue establecida en memoria de Julius Fucik, un periodista y escritor checoslovaco que fue ejecutado por los nazis en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, en un claro acto de represión a la libertad de prensa. Esta diferencia de fechas subraya la importancia de los hitos históricos nacionales en la configuración de las conmemoraciones profesionales.
También, y de manera ineludible -en el Día del Periodista- debemos recordar que, en Esperanza, en la intersección de las céntricas calles Castelli y San Martín fue asesinado, en 1912, Pedro Stein, periodista y Director del diario “La Unión”, verdadero mártir de la profesión en nuestra localidad.
Finalmente, y sin dudas, y con las mejores intenciones, miles de redactoras y redactores, cronistas, fotógrafos, camarógrafos, corresponsales, movileros e integrantes de equipos de producción recibirán hoy, el saludo de colegas, familiares y amistades por el Día del Periodista. Pero la realidad nos indica que la precarización laboral y la “polifuncionalidad” como excusa profesional para una extendida explotación en el sector, junto a la inestabilidad y el futuro incierto, enmarcan las condiciones actuales de miles de personas dedicadas a registrar todo lo que ocurre y contarlo públicamente.
En tal sentido sigue más vigente que nunca una pequeña frase en latín de la portada de “La Gazeta” que, bajo el título del medio, se encontraba la frase en latín “Rara temporum felicitate, ubi sentire quae velis, et quae sentias dicere licet” del político e historiador romano Cornelio Tácito. Su traducción significa: “La rara felicidad de los tiempos en los que pensar lo que quieras y decir lo que piensas está permitido”.
Tareas y objetivos difíciles de alcanzar en estos tiempos modernos de oligopólicas y poderosas empresas concentradoras de empresas y medios que, con sus múltiples e incomprobables posverdades nos desinforman a diario.
¡No obstante, con poco para celebrar, pero con muchas verdades para contar, Feliz Día del Periodista!!!
Poco para celebrar, mucho para contar
Por: Mario Dos Santos (Periodista)
Cada 7 de junio se conmemora en Argentina la labor de los periodistas. Dicha fecha quedó establecida en 1938 durante el Primer Congreso de Periodistas que, reunido en Córdoba, la institucionalizó como el Día del Periodista en la Argentina, tomando como origen e inspiración fundante a la primera publicación -el jueves 7 de junio de 1810- de “La Gazeta de Buenos Aires”, primer periódico del nacimiento del país y órgano de difusión de las ideas de la Primera Junta de Gobierno, fundado por Mariano Moreno en plena época de la Revolución de Mayo. En este mismo encuentro, se comenzaron a delinear los primeros borradores de lo que más tarde sería el Estatuto Profesional (Ley 12.908), sancionado por el Congreso Nacional en 1944, marcando un avance significativo en el reconocimiento y la protección de los derechos de los profesionales de la prensa.
La “Gazeta” fue el órgano periodístico oficial, creado para difundir las disposiciones de la nueva Junta de Gobierno. En aquella primera edición, Moreno recitaba: “¿Por qué se han de ocultar a las Provincias sus medidas relativas a solidar su unión, bajo nuevo sistema? ¿Por qué se les ha de tener ignorantes de las noticias prósperas o adversas que manifiesten el sucesivo estado de la Península?… Para el logro de tan justos deseos ha resuelto la Junta que salga a la luz un nuevo periódico semanal”.
Con el tiempo, la Asamblea del año 1813 aseguró la libertad de imprenta y, en 1821 el entonces ministro de Gobierno y Relaciones Exteriores de la provincia de Buenos Aires, Bernardino Rivadavia, decidió sustituir “La Gazeta de Buenos Ayres” por el Registro Oficial (actual Boletín Oficial). Más adelante, la Constitución Nacional de 1853 garantizó, en su Art. 14, el derecho de publicar ideas por la prensa sin censura previa. No obstante, el rango y la vigencia de estos derechos y garantías constitucionales vale resaltar que las censuras o el cierre de medios de comunicación por sucesivos gobiernos se repitieron sin cesar a lo largo de nuestra propia historia.
En tal sentido es inevitable mencionar -215 después- un muy reciente y alarmante informe que, bajo el título “Libertad de expresión en jaque”, difundió FOPEA (Foro de Periodismo Argentino) organización de la sociedad civil dedicada a la reflexión, el diálogo, la promoción del periodismo de calidad y la defensa de la libertad de expresión. En el citado documento, “el monitoreo de FOPEA revela una alarmante proyección de 100 casos de ataques contra periodistas en lo que va del 2025, de los cuales 49 son directamente atribuidos al Presidente de la Nación. Durante 2024 se registraron 179 casos, de los cuales el poder político fue el responsable del 52% de los ataques.
La situación se vuelve aún más preocupante si se tiene en cuenta que la Ley de acceso a la información pública, derecho de la ciudadanía y bien de las democracias transparentes y fortalecidas, también sufrió limitaciones a partir del decreto publicado por el Ejecutivo en septiembre de 2024. Adicionalmente, se han registrado episodios de violencia directa de agentes de seguridad contra periodistas en protestas frente al Congreso, con heridos y detenciones.
Peor aún, la criminalización de la labor periodística se empieza a manifestar en querellas penales iniciadas por el Presidente contra periodistas, una práctica que busca silenciar las voces críticas y generar autocensura. Incluso, se prevén programas de inteligencia que podrían permitir el seguimiento de profesionales de la prensa, prácticas asociadas al espionaje.”
Es importante señalar que, a diferencia de Argentina, a nivel internacional el Día del Periodista se celebra el 8 de septiembre. Esta fecha fue establecida en memoria de Julius Fucik, un periodista y escritor checoslovaco que fue ejecutado por los nazis en 1943 durante la Segunda Guerra Mundial, en un claro acto de represión a la libertad de prensa. Esta diferencia de fechas subraya la importancia de los hitos históricos nacionales en la configuración de las conmemoraciones profesionales.
También, y de manera ineludible -en el Día del Periodista- debemos recordar que, en Esperanza, en la intersección de las céntricas calles Castelli y San Martín fue asesinado, en 1912, Pedro Stein, periodista y Director del diario “La Unión”, verdadero mártir de la profesión en nuestra localidad.
Finalmente, y sin dudas, y con las mejores intenciones, miles de redactoras y redactores, cronistas, fotógrafos, camarógrafos, corresponsales, movileros e integrantes de equipos de producción recibirán hoy, el saludo de colegas, familiares y amistades por el Día del Periodista. Pero la realidad nos indica que la precarización laboral y la “polifuncionalidad” como excusa profesional para una extendida explotación en el sector, junto a la inestabilidad y el futuro incierto, enmarcan las condiciones actuales de miles de personas dedicadas a registrar todo lo que ocurre y contarlo públicamente.
En tal sentido sigue más vigente que nunca una pequeña frase en latín de la portada de “La Gazeta” que, bajo el título del medio, se encontraba la frase en latín “Rara temporum felicitate, ubi sentire quae velis, et quae sentias dicere licet” del político e historiador romano Cornelio Tácito. Su traducción significa: “La rara felicidad de los tiempos en los que pensar lo que quieras y decir lo que piensas está permitido”.
Tareas y objetivos difíciles de alcanzar en estos tiempos modernos de oligopólicas y poderosas empresas concentradoras de empresas y medios que, con sus múltiples e incomprobables posverdades nos desinforman a diario.
¡No obstante, con poco para celebrar, pero con muchas verdades para contar, Feliz Día del Periodista!!!